Aikido, el camino de la armonía
En la maravillosa novela El don de la lluvia, Philip, un adolescente malasio mitad chino y mitad inglés, pero alienado de ambos mundos, establece una profunda amistad con Endo, un diplomático japonés. Este le descubre la cultura japonesa y la disciplina y armonía del Aikido, estableciéndose un vínculo de maestro y alumno basado en la lealtad mutua. La cruel ocupación japonesa de la isla revelará secretos que pondrán a prueba la lealtad de Philip hacia su mentor, su familia y su cultura.
¿Aikido? ¿Eso no era lo que hacía Steven Seagal en los gloriosos años 80, antes de que se lo comiese todo (gastronómicamente)? Por cierto, menuda injusticia negarle el Oscar a ese gran actor.
Pues si, amigos. Y aquí está AMOK para ampliar vuestros horizontes. Os explicamos en qué consiste este noble arte. De nada.
Steven antes y después. Lo que hacen los donuts... Y ese pelo no parece natural.
No es casualidad que este arte de defensa personal tenga un papel en la novela de Tan Twan Eng. A fin de cuentas, él es cinturón negro, primer dan de este arte. Lo que si es casualidad es que nuestros editores Paula y Javier también lo sean, aunque tienen el aikido tan oxidado que en lugar de neutralizar al oponente con una llave lo hacen a base de dar vergüenza ajena.
Nuestros editores, cuando aún imponían respeto
Lo que sigue es un curso acelerado de Aikido. Tras la lectura de este artículo podrás hacer un fácil examen, y si lo superas te mandaremos un cinturón negro, en cuanto recibamos tu transferencia de 500 euros.
Al tema. El Aikido es un arte marcial que se centra en el uso de los principios de armonía, redirección y no resistencia para defenderse o controlar a un oponente sin causarle daño. Fue desarrollado en Japón a principios del siglo XX por Morihei Ueshiba, a menudo conocido como "O-Sensei", y desde entonces ha ganado popularidad en todo el mundo.
Ōsensei en acción. Medía 1 metro 56, pero tenía muy mala leche.
He aquí algunos principios y aspectos clave del Aikido:
Filosofía no violenta: El Aikido se describe a menudo como el "arte de la paz" o el "camino de la armonía". A diferencia de otras artes marciales que enfatizan la derrota de un oponente a través de la fuerza o la agresión, el Aikido busca absorber la energía de un atacante y redirigirla de manera que neutralice su agresión sin causar lesiones. Dicho esto, a mi Paula me mandó al hospital practicando Aikido. Pero esa es otra historia.
Movimientos circulares: Las técnicas de Aikido típicamente involucran movimientos circulares y fluidos, casi como una danza. Los practicantes utilizan estos movimientos para redirigir la fuerza del oponente, lo que les permite controlar o inmovilizarlo sin utilizar una fuerza excesiva. Aquí tienes un ejemplo.
Bloqueos de articulaciones y lanzamientos: Las técnicas de Aikido a menudo incluyen bloqueos de articulaciones que pueden someter a un oponente, aunque tenga la envergadura de un Dwayne Johnson recién salido del gimnasio, sin causar un daño duradero. También incluyen lanzamientos, en los cuales se absorbe el ataque en una dirección y se redirige hacia otra, por ejemplo, la pared hacia la cual me lanzó Paula con inusitada violencia y sin mediar provocación por mi parte. El objetivo es inmovilizar o desarmar al atacante y crear una oportunidad para huir, para lo cual habría que agarrarse el faldón (hakama) por los laterales y salir echando virutas.
NO - ME - VUELVAS - A - LLAMAR - “CHATINA”
Fuerza física mínima: A diferencia de algunas artes marciales que se basan en gran medida en la fuerza física y el atletismo, el Aikido pone más énfasis en la técnica adecuada y el apalancamiento. Esto hace que el Aikido sea accesible a personas de cualquier edad. Uno de mis senseis (maestros) tenía el aspecto atlético de Filemón, pero podía hacer un nudo marinero con tu brazo en 0,3 segundos.
Práctica en pareja: En la práctica, una persona asume el papel del atacante (uke), y la otra persona es el defensor (nage), que es el que acaba ejecutando la técnica y lanzando por los aires al uke (recordemos que el aikido es un arte defensivo). En el caso de Paula, en vez de nage se llama Godzilla. Este entrenamiento cooperativo -salvo cuando te lesionan- ayuda a los practicantes a refinar sus movimientos y desarrollar una profunda comprensión de los principios del Aikido.
Práctica meditativa y consciente: El entrenamiento de Aikido a menudo incorpora aspectos de meditación, respiración y atención plena (lógico cuando tienes delante de ti a una loca que te quiere matar). El objetivo de los practicantes es mantener un estado mental de calma y concentración, incluso ante un ataque, e incluso cuando estás volando hacia la pared, un segundo antes de dislocarte el hombro. Esta disciplina mental se considera tan importante como las propias técnicas físicas.
Autodefensa y crecimiento personal: Aunque el Aikido es ciertamente eficaz para la autodefensa, también hace hincapié en el crecimiento personal y el desarrollo del carácter. Los practicantes se esfuerzan por convertirse en individuos más centrados, equilibrados y armoniosos, tanto dentro como fuera del tatami.
En resumen, el Aikido es un arte marcial que promueve la idea de utilizar la armonía y la redirección en lugar de la fuerza para protegerse o controlar a un oponente. Es una práctica que combina técnicas físicas con disciplina mental y desarrollo personal, lo que la convierte no sólo en un medio de defensa personal, sino también en un camino hacia la superación personal y la paz interior.
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