La misión imposible de Colin Cotterill en Laos
Colin Cotterill es el autor de la serie del doctor Siri Paiboun, un médico septuagenario, con una curiosidad sin límites, un ácido sentido del humor y buenos contactos en el “mas allá”, cuyas aventuras transcurren en el Laos comunista de los años 70. Cercano al retiro, es “invitado” por los altos dirigentes de la nueva República Popular Democrática de Laos (¿democrática?) a aceptar el cargo de forense nacional. Sin opciones y sin formación adecuada, toma posesión del instituto forense y de un equipo poco cualificado y entusiasta.
Años después de la publicación de su primer libro y con una carrera literaria asentada, Colin tiene una epifanía: sus libros no están publicados en laosiano. Siendo plenamente consciente de que se trata de un proyecto puramente romántico (tras décadas de gobierno comunista, las únicas lecturas disponibles eran propaganda ideológica, y como consecuencia el hábito de lectura era algo tan raro como un español que reconoce que se ha equivocado), decide corregir este error histórico. Es hora de devolver a Laos parte de lo que Laos le ha dado.
Arranca la operación “Lluvia de Mangos”, con el objetivo de traducir, imprimir y distribuir El almuerzo del forense.
La traducción resulta compleja. Colin escribe con un fino sentido del humor, y transportarlo a otro idioma siempre es complicado (damos fe de ello), pero aún más a un idioma donde no hay sobre oferta de traductores profesionales y donde el estilo es propagandístico.
Superado el obstáculo, el siguiente obstáculo es la impresión. Conecta con una impresora en Vientianne quien, por cortesía, informa al ministerio de cultura laosiano. Tras una lectura probablemente en diagonal, concluyen que el material no es “apropiado” y que no puede imprimirse en Laos. Una evidencia más de que es siempre mejor pedir perdón que pedir permiso.
¡Un momento! Lo que han dicho es que no se puede imprimir en Laos. Nadie dijo nada de imprimirlos en Tailandia y transportarlos a través del río Mekong. ¿No?
Arranca la fase tres del plan Lluvia de Mangos. Colin organiza un transporte de 500 ejemplares de su novela, camuflados como un cargamento de tofu, en una barcaza a lo largo del río Mekong.
Una misión no exenta de riesgos en un país donde la gente puede desaparecer de un día para otro por expresar opiniones contrarias al gobierno o ser detenido por actividades subversivas como, precisamente, el contrabando de libros. Los libros están a punto de ser pasto de los peces durante la travesía, y Colin vive con el temor de terminar siendo huésped en una oscura cárcel laosiana. Su mujer se vería entonces obligada a lanzar una campaña, junto con Amnistía Internacional, pidiendo su liberación, la BBC lo mencionaría brevemente, y las redes sociales clamarían por su liberación hasta que Tik Tok se aburriera de la historia. Por supuesto, el gobierno de Laos negaría conocer el paradero del señor Cotterill y cualquier implicación con su desaparición. Al cabo de una década, Colin volvería a aparecer en una autopista perdida de Tailandia, con barba de varios años, desorientado y con un estado de demencia avanzado que le impedirían reconocer a su mujer y a sus 12 perros.
Afortunadamente, nada de esto se asemeja con la realidad, ya que los libros llegan a su destino y se pueden encontrar ahora en escuelas, ONGs y en alguna que otra osada librería.