Singapur para principiantes

Hemos vivido 12 años en Singapur y nos tomamos como algo personal el publicitar esta pequeña isla donde hemos vivido tantas experiencias. Esto es lo básico que debes saber:

Singapur no está en China, no. Es un país independiente del sudeste asiático, situado en el extremo sur de la península malaya. Venga, localízalo en Google Maps que te esperamos aquí.
Es pequeñito. Para que te hagas una idea, la ciudad de Nueva York tiene más o menos el mismo tamaño. Son 50 km de lado a lado y 27 km de norte a sur.
Hay países que se independizan y hay países a los que les independizan aunque no quieran. Eso es lo que les pasó en 1965, cuando fueron expulsados de la confederación malaya. Es icónica la imagen del padre fundador de Singapur, Lee Kwan Yew, llorando frente a las cámaras de televisión al anunciarlo a sus ciudadanos.
A partir de ese momento Lee Kwan Yew -que era un tío muy, muy listo- y su gobierno de tecnócratas llevaron al país por una agresiva senda de progreso acelerado buscando ser la “oveja blanca” del sudeste asiático, con un éxito indudable que nadie puede discutir, pero a costa de un precio que muchos (más fuera que dentro de Singapur) considerarían elevado. No te cuento más…
… porque la historia reciente de Singapur es FASCINANTE y deberías leerla. Te recomendamos este libro: From third world to first: The Singapore story 1965-2000 escrito por Lee Kwan Yew. Pero también tienes la obra maestra de Sonny Liew El arte de Charlie Chan Hock Chye, que casualmente publicamos nosotros. También te podría interesar El Legado, que ahonda en la fractura social provocada por el vertiginoso desarrollo.
Hay casi un 40% de extranjeros entre residentes permanentes y empleados, pero la inmigración está rigurosamente controlada. El gobierno se debate constantemente entre abrir las puertas al talento y las inversiones extranjeras, y cerrarlas cuando los ciudadanos protestan porque hay demasiados extranjeros que se llevan los mejores trabajos (esta polémica existe en todos los países, amigo mío).
En este pequeño país conviven cuatro etnias: chinos, malayos, indios y occidentales. Hay cuatro idiomas oficiales: inglés, mandarín, tamíl y malayo. Y conviven diversas religiones.

Singapur es el país de las reglas. Todo está procedimentado, y esto es una bendición cuando necesitas que cosas como el transporte y la administración funcionen, pero una pesadilla cuando te encuentras en un caso que se sale de lo normal. Es famoso el caso de mi primo, que en 2015 quiso que le cambiasen el cruasán por una napolitana de chocolate en el set de desayuno, y ahí sigue discutiéndolo.
Sí, comprar chicle está prohibido, pero si lo traes de fuera… Todo esto viene de la campaña de educación de los años 60 y 70. Singapur era entonces un país sucio, pero hoy puedes darle un lametón al suelo de cualquier calle sin problemas.
Sí, son muy estrictos y no permiten las tonterías. Si haces un graffiti en una pared alegando que estás dando alas a tu creatividad artística, pasarás varios meses en la cárcel meditando sobre el arte, y probablemente te caneen previamente (no es broma).
El salario del primer ministro es de más de millón y medio de euros, y un ministro está en el millón. El salario está calculado como la media de los mil singapurenses con mayor salario, menos un 40% por dedicarse al servicio de la nación. Parte del salario es variable en función de los objetivos conseguidos. Es decir, se sigue el método de la empresa privada, pero con salarios menores. Pagar bien asegura que el país es dirigido por las mejores mentes del país.
En resumen, Singapur es un país creado en el laboratorio de la ingeniería social y al que muchos acusan de un excesivo paternalismo por parte del gobierno. Por otro lado, es probablemente el país más seguro del mundo y ha pasado del estancamiento del tercer mundo a ser uno de los países con mayor renta per cápita y con mejores servicios sociales. ¿Blanco? ¿Negro? Probablemente gris. Visítalo y saldrás de dudas.